miércoles, 19 de septiembre de 2012

El viento decidirá hacia qué orilla arrastrarme.





No preocuparme por palabras, ni tampoco por promesas. Olvidarme de todos y cada uno de los complejos, salir en busca de un buen lugar, en busca de un nuevo hogar, un sitio en el que ni el tiempo corra ni tampoco ande, que se estanque y que no vuelva a funcionar. Que la raza del perrito faldero se extinga y que las falsedades mueran.
No quiero volver a tener que exprimir felicidad para después servirla como un zumo de limón.

2 comentarios:

  1. Anónimo16/10/12

    Mas que pequeña desastre deberías llamarte gran desastre. Pero aun así, tienes esa facilidad que hace que con unas pocas palabras la gente pueda sentir grandes cosas, hay mi Capri como la quiero. No dejes de escribir, poco a poco y cada vez más gente se interesara por tus palabras, recuerda.

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    1. Ains, mi Capri, muchísimas gracias por tu aportación en este blog, recuerda que todo lo mío es tuyo y que jamás de los jamases marchará en otra dirección esto que las dos tenemos, a lo que le denominamos Goordaz. No dejaré de escribir cariño.

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