lunes, 17 de diciembre de 2012

Tenemos derecho a cometer este crimen.

La pasión tiene tanta fuerza y tanto poder que aun habiendo pasado muchísimo tiempo desde aquel disfrute la seguimos recordando. Aunque haya desvanecido, aunque intentemos olvidarlo. Un impulso tan agradable que puede llevarnos a los brazos de conocidos, desconocidos, amigos o a amores inesperados. Un impulso tan seductor que nos empuja a hacer cosas que nunca imaginábamos que haríamos. Una impresión tan aliviadora que hace que los problemas que tenemos hoy desaparezcan, un efecto tan importante que hace que derribemos toda muralla construida tan solo para proteger nuestro ser. Un sentimiento tan profundo que surge y resurge aunque lo protejamos para mantenerlo encerrado bajo llave, enterrado en nuestro cerebro. 


Robado a los más intensos sentimientos, ocultados a nuestra razón.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Descendemos por nuestra propia voluntad.

Tenemos los ojos abiertos a la luz pero nadie ve las desgracias que se crean contra nosotros, sabemos lo que queremos pero no sabemos lo que tenemos, sabemos qué son las personas pero no sabemos quienes somos, sabemos dónde vivimos pero no sabemos con quién convivimos, sabemos la verdad pero nos mentimos, sabemos cuando nos mienten pero aún y todo creemos, sabemos que nadie nos manda pero dejamos que nos guíen, sabemos que no somos esclavos de nadie y que al final todos reinamos a nuestro modo pero nos abstenemos a mandar; nos creemos las mentiras y cubrimos de lodo las verdades.


Ningún abrigo que guarde nuestros lamentos estará a nuestro alcance.