miércoles, 31 de octubre de 2012

Haz de tus sueños realidades y deja las pesadillas guardadas en el armario.

Aun insistiendo jamás serás la mejor en nada, nunca serás mejor que nadie en algo; ya que la gente conseguirá superar todos tus logros dejando los tuyos en ridículo. Todos tus intentos perderán valor. Y les dará mil vueltas sus ideas a las tuyas. Pero no debes desmoronarte porque nadie tendrá tus sueños, nadie podrá imaginárselos ni tampoco podrá hacerlos realidad.


Pues el protagonista de cada sueño es el mismo soñador.

¿No nos acordamos o no queremos acordarnos?

No nos acordamos de recordar lo que no queremos, entonces ¿cómo es que no olvidamos? 
Simplemente aprendemos a vivir tanto con los errores que cometimos un día, junto con los que cometemos hoy en día y junto a los que cometeremos algún día.

Siempre podremos decir que si lo ves de cerca sí te acuerdas.

No volverás a marchar.

Te fuiste y junto a la brisa que causaste la dejaste sola, te dolió y a ella también.  Pocas cicatrices se curan; dicen que con el tiempo todo cicatriza, pero a la espera del tiempo no hay mejor detalle que el de que te preguntan dónde te duele. Que te curarán con tan solo una caricia.


viernes, 26 de octubre de 2012

Soltémonos la melena.

No hay sensación más agradable que la de la resaca de la locura, pues una pequeña sobredosis a veces no viene nada mal.


Toda la vida en una falsa realidad.

Las vistas desde mi ventana daban a la sombra de la luz, se oían las gotas de lluvia humedeciendo toda la calle. No había calor más agradable que el de la taza de mi café en mis manos. Tomé la decisión de bebérmelo antes de que se enfriara. Resultaba que aquél gris día me despertó con un café amargo. El silencio me recorría toda tranquilidad. Mi  único acompañante fue la música. Una jornada de usar y tirar, de dormirme achuchada entre sábanas.
De pronto una pequeña luz se acercaba, la claridad que marcó mi camino. Me dí cuenta de la huella que había dejado en mí; de la herida que no cicatrizó en su debido tiempo. No había mayor admiración que el de la mía hacia él, no había mejor recuerdo que el de verle sonreír, no había mejor momento que el de la capacidad que tenía de hacerme echar grandes carcajadas. De la manera en la que me trataba, de los susurros en la oreja que me dejaban el cosquilleo en todo el cuerpo, de la manera en la que me daba la mano, del don que tenía para hacerme tiritar, de la facilidad que tenía para sentirme aún más tímida.
Me volví a dar cuenta de que encima de que fuera una jornada de dormirme achuchada entre sábanas fue un día de despertarme en el suelo por la caída desde mi cama, por un maldito sueño que jamás resucitó.

No fue más que un nido lleno de mentiras.
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martes, 23 de octubre de 2012

Diferente no, raro.

Parecía ser que lo que hacía poco incomodaba, intimidaba y molestaba ya no reunía ninguno de esos estados; como que en su día tocó sufrir pero ya acabó. Se terminaron los llantos y las injusticias por las que tocó sufrir. Se acabó eso de derrochar las húmedas lágrimas por tonterías abusivas. Por lo que se veía había una cantidad de lágrimas para cada momento y a mí se me gastaron todas las lágrimas que debían agotarse en dicha situación.



Me tragué el zumo que contenía la receta de la felicidad.

domingo, 21 de octubre de 2012

Sonríe, no hables.

Todas las letras buscan palabras, en cambio lo único que las palabras buscan son significado; allí, en algún lugar. Ya sea en un lugar abierto, cerrado, oscuro o claro; buscan sus significados hasta en los más pequeños rincones. Desgraciadamente algunos de los significados que llevamos dentro no se pueden expresar con palabras.



No te engañes.

Pensé que al taparme los ojos el miedo desaparecería. Ahora me doy cuenta de que eso no sucedía; pues el miedo sólo se escondía.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Mi sonrisa naufraga si tu mirada marcha.

No había calor más agradable que el de su abrazo, no había color más bonito que el de su tez, no había acordes más bonitos que los de su voz, no había diamantes más bonitos que los de sus ojos, no había brillo más bonito que el de su mirada. Y hablo en pasado. Pues aquello un día cambió, se podría decir que esa sensación de tener a mi otra mitad al lado se fue.



Razonando, compitiendo con mi orgullo y ganando a la inmadurez, puedo decir aún que no hay cosa más bonita que verle sonreír.

domingo, 14 de octubre de 2012

Un claro y a la vez oscuro adiós.

Él y yo, dos minúsculos seres humanos jugando a un juego de niños. A unos pocos les parecía algo inmaduro pero había que saber jugar a juegos de niños para conseguir los mayores retos.


domingo, 7 de octubre de 2012

Sonreír a los errores.


La vida es mágica cuando encuentras la barita adecuada, hasta entonces no nos queda más que volar con la escoba, caernos y levantarnos. Hechicemos nuestros miedos.

jueves, 4 de octubre de 2012

martes, 2 de octubre de 2012

Una dosis de ternura letal.

Todo aquello estaba en blanco, sin ninguna línea escrita, ninguna memoria ni ninguna intención de encontrarla. Afortunadamente, una presencia interrumpió el pleno silencio que se presentaba en su cerebro. Hizo que lo que un día no era nada, poco a poco se convirtiera en algo, consiguiendo que lo que en un amanecer no tuviera significado lo tuviese al anochecer. 
El susurro de aquel individuo le empezaba a poner los pelos de punta, pues lo que esa aparición significó para ella no consiguió significarlo nadie más.
Pero como todo lo que sube baja, y como todos las luces se apagan... Todo aquello acabó, dejando que la dosis de ternura una vez más fuera letal.




Jamás volvió a ser lo mismo.

lunes, 1 de octubre de 2012

Un brindis por los que miramos sin ver.

Un brindis por aquellos que nos drogamos con promesas que nunca se cumplen, por esos que se ganan la confianza poquito a poco, a centímetros, y que por tontos al final esos centímetros se convierten en kilómetros. Un brindis por aquellos que no sabemos decir que no, por los que nos desmoronamos con las verdades de los demás. Un brindis por aquellos que solo saben apagar luces y por esos que encima temen a la oscuridad, por aquellos que nos derrumbamos sin saber nada, por esos que con un golpe de la puerta nos encerramos en nuestro cuarto, por los que gritamos. Un brindis por aquellos que queremos llegar a ser algo que nunca lograremos.


Un brindis por aquellos que solo sabemos soñar.