miércoles, 2 de enero de 2013

No tengamos miedo a echar la vista atrás.

Jamás seremos capaces de hacer que nuestro pasado desaparezca, nunca. Los fantasmas nos observan entre las sombras,entre la oscuridad, para recordarnos ansiosamente las decisiones que un día decidimos tomar. Cuando echamos la vista atrás, tal vez encontremos la mano de un viejo amigo tendida, o tal vez encontremos fotos de aquel loco día, o esa flor que dejamos secar en un libro,  o un viejo enemigo que conserva secretos escondidos o intereses ocultos, o quizás el consejo de nuestra vieja amiga; todo eso que deseamos encontrar en nuestro presente que desafortunadamente no conseguimos hallar. 



Por desgracia, unos pocos somos los que nos negamos a mirar atrás por miedo, por ver la cruda realidad, sin darnos cuenta que al rechazar el pasado nos estamos condenando la repetición de ella.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Tenemos derecho a cometer este crimen.

La pasión tiene tanta fuerza y tanto poder que aun habiendo pasado muchísimo tiempo desde aquel disfrute la seguimos recordando. Aunque haya desvanecido, aunque intentemos olvidarlo. Un impulso tan agradable que puede llevarnos a los brazos de conocidos, desconocidos, amigos o a amores inesperados. Un impulso tan seductor que nos empuja a hacer cosas que nunca imaginábamos que haríamos. Una impresión tan aliviadora que hace que los problemas que tenemos hoy desaparezcan, un efecto tan importante que hace que derribemos toda muralla construida tan solo para proteger nuestro ser. Un sentimiento tan profundo que surge y resurge aunque lo protejamos para mantenerlo encerrado bajo llave, enterrado en nuestro cerebro. 


Robado a los más intensos sentimientos, ocultados a nuestra razón.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Descendemos por nuestra propia voluntad.

Tenemos los ojos abiertos a la luz pero nadie ve las desgracias que se crean contra nosotros, sabemos lo que queremos pero no sabemos lo que tenemos, sabemos qué son las personas pero no sabemos quienes somos, sabemos dónde vivimos pero no sabemos con quién convivimos, sabemos la verdad pero nos mentimos, sabemos cuando nos mienten pero aún y todo creemos, sabemos que nadie nos manda pero dejamos que nos guíen, sabemos que no somos esclavos de nadie y que al final todos reinamos a nuestro modo pero nos abstenemos a mandar; nos creemos las mentiras y cubrimos de lodo las verdades.


Ningún abrigo que guarde nuestros lamentos estará a nuestro alcance.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Algún día desaparecerán los cambios.

Todo puede ocurrir tan deprisa... Nuestras vidas pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Las amistades de toda la vida pueden romperse y al contrario nuevas amistades pueden surgir, importantes batallas pueden perderse o quizás algunas carreras pueden quedar aparcadas, puede que un mínimo rayo de esperanza dé sus frutos o al contrario, puede que la esperanza que un día resurgió vuelva a decaer...


Debemos agradecer todos los cambios que nos trae la vida, porque algún día llegará el momento en el que ya no podamos degustar ninguno de ellos.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Derrítete en la tentación.

Todos tenemos tentaciones a las cuales no podemos resistirnos. Como por ejemplo la que presentamos bajo algún disfraz para que nadie sospeche de ella, la que descubrimos gracias a nuestra habilidad para reconocer máscaras. O alguna que escondemos bajo el colchón, o en el armario, o tal vez aquella que guardamos como la forma de la lluvia que gotea salpicando de vuelta a la vida. La tentación de que un nuevo o viejo amigo podría acabar siendo algo más que eso. O un diminuto bebé que causa emociones en nosotros que jamás imaginábamos que conteníamos. O quizás la pura ansia que tenemos de recibir el calor que solamente percibimos gracias al contacto con nuestro ser más querido.


Por lo tanto podríamos decir que si nos resistimos a la tentación o si nos rendimos a ella sabemos que estamos jugando con el futuro, pues tendremos que sufrir toda consecuencia.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Jamás volveremos a vestirnos con tutús y coronas.

De pequeña era más fácil lograr belleza, pues con una corona y un tutú éramos los más guapos de la historia de nuestra princesa favorita. Ahora en cambio, nos estancamos y vivimos intentando lograr ser lo que un día conseguimos.


Seamos realistas; Jamás volveremos a vestirnos con tutús y coronas.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Desnudémonos para vestirnos.

Nunca juegues a vestirte con la etiqueta de la felicidad. Pues no hay cuerpo más feliz que el que se viste de su propia personalidad. Vistámonos de nosotros mismos con ropas como la de la fidelidad, la confianza, el amor, la amistad, la lealtad y demás; conjuntemoslo con complementos como las sonrisas, carcajadas, miradas y preciosos gestos. Dejemos de falsear por las tiendas buscando algo que no encontraremos más que en nosotros mismos.




No hay felicidad más grande que el de quien se busca, se encuentra y se empieza a conocer.