lunes, 5 de noviembre de 2012

Desnudémonos para vestirnos.

Nunca juegues a vestirte con la etiqueta de la felicidad. Pues no hay cuerpo más feliz que el que se viste de su propia personalidad. Vistámonos de nosotros mismos con ropas como la de la fidelidad, la confianza, el amor, la amistad, la lealtad y demás; conjuntemoslo con complementos como las sonrisas, carcajadas, miradas y preciosos gestos. Dejemos de falsear por las tiendas buscando algo que no encontraremos más que en nosotros mismos.




No hay felicidad más grande que el de quien se busca, se encuentra y se empieza a conocer.

2 comentarios:

  1. estamos llenos de cosas materiales y por eso nos sentimos solos.

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    1. Y ¿Qué mejor compañero que nuestro propio ser?

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