Todos tenemos tentaciones a las cuales no podemos resistirnos. Como por ejemplo la que presentamos bajo algún disfraz para que nadie sospeche de ella, la que descubrimos gracias a nuestra habilidad para reconocer máscaras. O alguna que escondemos bajo el colchón, o en el armario, o tal vez aquella que guardamos como la forma de la lluvia que gotea salpicando de vuelta a la vida. La tentación de que un nuevo o viejo amigo podría acabar siendo algo más que eso. O un diminuto bebé que causa emociones en nosotros que jamás imaginábamos que conteníamos. O quizás la pura ansia que tenemos de recibir el calor que solamente percibimos gracias al contacto con nuestro ser más querido.
Por lo tanto podríamos decir que si nos resistimos a la tentación o si nos rendimos a ella sabemos que estamos jugando con el futuro, pues tendremos que sufrir toda consecuencia.
Que todas tentaciones tienen su consecuencia, pero que no hay una consecuancia mas agradable de la de una pequeña tentación. :)
ResponderEliminarPequeña gran razón:)
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ResponderEliminarMuchas gracias! Ahora mismo me paso,
EliminarUn besito:)